La carta número dieciocho, La Luna, muestra a una mujer de alta posición social con un traje de época. Adopta una postura rígida y estable mientras extiende su brazo izquierdo para recibir una joya de la mano que se asoma desde la derecha, perteneciente a El Sol, carta conectada simbólicamente a La Luna debido a una superstición asociada. La Luna es una carta que representa el crecimiento y el cambio, estrechamente vinculada a las emociones y considerada como uno de los arquetipos femeninos maternos más antiguos.

Existe una tradición relacionada con que las novias lleven algo viejo, nuevo, azul y prestado en su boda. En este caso, el gorro desgastado representa lo viejo, el resto del vestido simboliza lo nuevo, el collar azul representa lo azul, y la joya prestada por la mano de El Sol representa algo prestado. Estos elementos tienen raíces en Israel, donde las novias usaban una banda azul como símbolo de pureza, amor y fidelidad, mientras que en América del Norte el color azul se asociaba con la virginidad. Hoy en día, llevar algo prestado se considera un símbolo de buena suerte, especialmente si proviene de alguien con un matrimonio feliz.